Una bicicleta, una pendiente y una meta; era todo lo que necesitaba John Tomac para ser feliz. Considerado una leyenda del Mountain Bike (MTB) por su tenacidad, versatilidad, potencia y  valentía; John logró en sus 20 años como profesional elite, 10 campeonatos nacionales (USA) en casi todas las modalidades que participó.

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Esta leyenda nació en 1967 en la ciudad de Owosso, Michigan y desde pequeño conoció al amor de su vida; era pequeña, ligera y con dos ruedas, aquella BMX que montó a los ochos años en la granja de sus padres le flechó el corazón. A los 17 años John ya competía profesionalmente en esta categoría, pero poco a poco se introdujo en tramos más largos, llegando así al Mountian Bike (MTB).

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Para 1988, Tomac ya se dedicaba a fondo al MTB, ese año y el siguiente ganó los campeonatos nacionales de la categoría. Justo antes de conseguir si mayor hazaña en 1991, cuando fue campeón del mundo de Cross Country (XC) y subcampeón del mundo de Down Hill (DH) en Italia, utilizando la misma bicicleta, algo que en nuestros días sería inimaginable.

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Tomac ganó el campeonato del mundo de XC en 1992 usando una bicicleta completamente rígida y con manillar de carretera, set up que implementó desde 1990. Ese mismo año se llevó la general de la Copa del Mundo, ganándose un lugar indiscutible en el salón de la fama del Mountain Bike.

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Su excelente condición física y gran técnica para descender cuestas a gran velocidad, lo llevo a ser considerado el mejor ciclista de la historia del MTB y a formar parte de grandes equipos como: Yeti, Tioga-Raleigh, Giant y Tomac Racing.

Durante la época dorada de los corredores norteamericanos, John tuvo que competir contra otras estrellas del MTB como, Tinker Juarez o Ned Overend, con quienes tuvo gloriosas batallas. Su última medalla en los mundiales fue en 1997, logrando el subcampeonato en Suiza con la modalidad de DH.

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Se despidió de la competición en el 2000, aunque volvió a competir cuatro años después, ganando el Kamikaze Downhill, ese y el siguiente año.

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John Tomac ha servido de inspiración para muchos deportistas, su empuje, decisión y atrevimiento son la esencia de todo ciclista de MTB, no imaginamos lo que podría haber hecho Tomac en nuestros días, con los avances tecnológicos en el deporte, pero sí de algo estamos seguros es que el ciclismo de montaña es un deporte que se lleva en la sangre.

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