Trekking a Rupac a disfrutar del paisaje a fueras de lima, excelente paisaje, buena temporada colchon de nubes.
Aire limpio y puro, incontrastables paisajes pintados de verde y miles de años de nuestra historia en cada una de las bien cimentadas edificaciones de piedra que componen la “Ciudad de Fuego”, o “Machu Picchu limeño”, es lo que le ofrece la sierra de Huaral, a escasas horas de nuestra capital.
Se encuentra ubicada en la provincia de Huaral, departamento de Lima sobre 3200 m.s.n.m.
La ciudadela Pre-Incaica de Rupac, pertenece a la étnia de los Atavillos, cultura que ocupó una extensa zona de la sierra limeña
Para llegar a las Ruinas de Rupac, es necesario realizar una caminata de aproximadamente 3 horas en subida desde el pueblo de Pampas ....
Camping
Se puede acampar en el pueblo La Florida, conversando con los pobladores se puede alquilar una especie de refugio por 0.50 centimos y armar las carpas en ese lugar; en Pampas (el llamado pueblo fantasma) se puede acampar utilizando el local comunal que se encuentra allí, los visitantes solo usan el refugio para acampar y proseguir la caminata a la mañana siguiente. En Rupac existen zonas planas donde se puede instalar la carpa. Cabe resaltar que desde que se parte de La Florida no hay agua potable, solo un riachuelo cercano a Pampas, pero en la cima, es decir en Rupac no hay agua disponible.
Que llevar
Para realizar la visita a Rupac es muy importante llevar mucha agua para la caminata, ropa fresca para las mañanas y ropa abrigadora para las tardes y noches ya que la temperatura suele bajar. También se recomienda una casaca impermeable, varias mudas de ropa, se deben pasar riachuelos y existen zonas con fango, por ello se debe llevar unas buenas zapatillas.
Visitar Rupac es una experiencia inigualable, ya que el esfuerzo que demanda vale la pena para apreciar estas hermosas construcciones, a su vez se puede apreciar una hermosa vista del Valle y del mar de nubes que rodea la montaña. Si eres una persona aventurera y te gusta el contacto con la naturaleza entonces la visita a Rupac vale la pena, por ser un destino que demanda destreza.